Por: Iraima Vázquez | Gerente Corp. de Capacitación y Comunicación Interna
Si reflexionas sobre aquellas cosas que han salido bien al final de cada día, encontrarás algo positivo y constructivo. Al finalizar el año, serán 365 mensajes positivos que puedes tener para revisar en el año entrante, decidir proyectos nuevos, comprometerte con nuevos retos o simplemente, darle seguimiento a aquello que ha salido bien y tiene potencial de estar mejor.
Bienestar significa que cada quien entienda para qué es necesaria su presencia en el esquema organizacional, que se sienta identificado con la Misión, Visión y Valores de la empresa y que desde muy adentro sienta que los esfuerzos de todos también son suyos, porque apuntan a un resultado en conjunto. Es un estado de encontrarse en buena forma mental y física para poder dar lo mejor en cada
peldaño de la escalera que lleva al equipo a esa cima deseada.
La felicidad corporativa es directamente proporcional con la productividad:
Primero, las personas que se sienten bien con su trabajo se sienten felices, y quienes se encuentran en ese estado ofrecen un servicio de mayor calidad y generalmente no les importa trabajar un poco más para obtener los resultados.
Segundo, según un estudio reciente, para los colaboradores las amistades o relaciones de trabajo positivas eran más importantes que los temas relacionados a su compensación. Lograr un verdadero reconocimiento de cada integrante del equipo y el reto de construir relaciones perdurables y empoderantes entre compañeros, es la mejor vía para hacer equipo entre personas que trabajen bajo un mismo techo.
Tercero, la orientación a resultados, ese punto de inflexión que marca la diferencia entre lo correcto y lo inspirador. Aquello que inspira derivará en resultados positivos, lo que no, limita el crecimiento.
Una reconocida universidad americana en algunos aportes sobre comunicación efectiva y emprendimiento propone un interesante ejercicio acerca de cómo los equipos pueden obtener mejores índices de comunicación sobre la base de tres enunciados:
1. Observación: Lo que veo, sin juzgar, sin prebendas, sin vicios.
2. Impacto: La manera como esto impacta directamente en nuestro rol.
3. Consecuencia: Lo que sucedería de no tomar una acción correctiva.
Bajo estas tres premisas podríamos definir nuestro propio «Paraíso laboral», el cual eres tú quien lo define, y la felicidad en tu paraíso no es un estado, sino una decisión. No es la meta a la que quieres llegar, la felicidad es una decisión por la que se trabaja cada segundo, cada hora, todos los días decidiendo el lugar en el que se quiere estar y bajo qué condiciones.
Felicidad viene de positivismo, de empoderamiento de la conciencia hacia una buena actitud, así que los siguientes tips te podrán ayudar:
1. Agradecer a la vida lo bueno que tienes. Hacer un listado de las cosas que te generen felicidad, te obliga a enfocar cosas buenas.
2. Enfrentar los retos. Hacer las cosas hoy, entre más postergues las cosas que tienes que hacer, mayor ansiedad y tensión se generará en ti.
3. Ser asertivo. Pedir lo que uno quiere y decir siempre lo que uno piensa. Esto ayudará a mejorar tu autoestima.
4. Sonreír, tan sencillo como eso. Sonreír cambia el estado de ánimo.
5. Hacer ejercicio, ya que es el mejor antídoto contra el estrés y la tristeza.
6. Utilizar el dinero en experiencias no en cosas. Ejemplo: Viajes, clases, cursos.
7. Somos lo que comemos. Comer de todo, variado y saludable.
La buena vibra atrae salud. Simplificarte también te hará vivir en un estado de mayor agradecimiento. Así que, ese paraíso laboral y personal que queremos, sólo hay que decidirlo teniendo siempre en cuenta que quienes vivan contigo en él, son diferentes y esa es la razón por la que estar positivo y feliz, depende de cómo quieras vivirlo y con quiénes quieras vivirlo.